miércoles, 12 de mayo de 2010

PARTICIPA Y CONTESTA A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS

A través de las distintas entradas que han sido expuestas a lo largo de estos días en el blog, hemos querido reflejar la enorme complejidad que existe entre las relaciones familia-escuela.
Por eso creemos conveniente haceros participes ofreciendo la posibilidad de contestar a las siguientes preguntas:
¿Qué le demanda la familia a la escuela?
¿Cuáles son las demandas de la escuela a la familia?
¿Cómo fortalecer la relación entre familia –escuela?
¿Qué papel juegan los padres?
¿Qué papel juega la escuela?
¿Qué aspectos podrían beneficiar la relación familia-escuela?
¿Está la escuela en crisis? ¿O está la familia? ¿O están las dos?

¡ANIMAOS PADRES, MADRES Y PROFESORES Y PARTICIPAR CON VUESTRAS RESPUESTAS!

LA RELACIÓN FAMILIA Y ESCUELA (ENTREVISTAS)

lunes, 3 de mayo de 2010

LA ESCUELA FUENTE DE CONFLICTO. LA FAMILIA TRANSMISORA DE VALORES

Actualmente, sobre la escuela se deposita la mayor parte de las responsabilidades que tradicionalmente habían ejercido otras instituciones sociales, sobre todo las de la familia. Hoy la escuela se siente incapaz de atender la diversidad y la complejidad de las mismas y encuentra grandes dificultades para cumplir la más elemental de las tareas: la transmisión del conocimiento.

En la escuela, hoy en día, se da un gran pluralismo, en una sociedad tan plural como la actual. Pluralismo fuente y elemento de conflicto, pero que también es una fuente de riqueza que se ha de explotar. En este campo de la multiculturalidad, la escuela está haciendo cosas pero más en el ámbito de voluntarismos personales que como institución escolar. Antaño la escuela, la familia, la sociedad eran bastante homogéneas en el terreno de los valores y en el campo de las responsabilidades. Apenas se producían conflictos entre los elementos. Se educaba en la calle, en la escuela, en la parroquia etc. y cualquier miembro de la comunidad podía corregir y corregía conductas a la niñez. Los padres confiaban plenamente en el maestro y en la escuela y les animaba un mismo interés, la educación del alumno. Sin embargo los intereses y ánimos están cambiando y es por esto por lo que nos asalta el siguiente interrogante: ¿cómo solucionamos el problema de la heterogeneidad y la multiplicidad actual de intereses?

El estado cada vez más, o ciertas organizaciones, adquieren roles o obligaciones que en otros tiempos pertenecían al campo o eran propias de las obligaciones familiares. En el presente, parece como si la familia hubiera hecho delación de responsabilidades que le son propias. Y las responsabilidades familiares no se pueden ni deben delegar en nadie y menos en el “papá estado”. Cada día es más frecuente que los niños, desde su más temprana edad, estén en manos de instituciones y personas “ajenas” a la propia familia. Son cuidados, es el caso de las grandes ciudades y como consecuencia de la incorporación de la mujer al trabajo, por personas de servicios procedentes de otros ámbitos culturales y pasan la mayor parte del día en el colegio o en actividades extraescolares fuera del ámbito familiar, con jornadas maratonianas y agotadoras.

La familia es la institución social más importante que asegura la transmisión y la pervivencia de valores cívicos y sociales y en otros tiempos también culturales. En una sociedad, tan poco homogénea, como la actual si alguien debe tener el monopolio en la transmisión de ciertos valores a los hijos ese alguien es la familia.
Padres y educadores deben ser conscientes de que los valores que un niño interioriza serán determinantes a la hora de enfrentarse a cualquier conducta de riesgo social, como la violencia, la intolerancia y el racismo. Por ello, padres y educadores, debemos aceptar un carácter propio y ponernos de acuerdo sobre qué grandes temas, valores, y a partir de qué jerarquías de valores sería posible construir la mundialización de la justicia, la paz y la solidaridad.

domingo, 2 de mayo de 2010

¿Cómo puede participar un padre más activamente en la escuela de su hijo?


Asistiendo a las reuniones de principio del año escolar, las exposiciones de los estudiantes y otros eventos de la escuela. Conociendo a los maestros y al otro personal de la escuela. Escuchando sus planes, informándose de lo que esperan lograr con sus estudiantes, y tratando de comprender por qué eligieron esos objetivos.

Asistiendo a las reuniones de organizaciones de padres. Haga oír sus esperanzas y preocupaciones por su hijo y por la escuela. Ayude a organizar reuniones entre los padres y los maestros para abordar sus propios intereses y los de los otros padres.
Ofrézcase como tutor de estudiantes. Si se siente cómodo con la tecnología, ofrézcase como voluntario para dar instrucción individualizada sobre la computación tanto a los estudiantes como a los maestros, o pregunte si hay otras maneras en que puede ayudar a la escuela a aprovechar la tecnología.

Ofrezca ayudar en la dirección de la escuela con asuntos administrativos, en la cafetería o acompañando a los estudiantes en las excursiones para supervisarlos y en otros eventos fuera de la escuela.

Integre grupos asesores de la comunidad o de padres en su escuela. Estos grupos pueden considerar temas que van desde las políticas o reglas y los programas de la escuela hasta los tipos de actividad con participación de los padres que la escuela piensa organizar.

Trabaje en un centro de recursos para padres o ayude a crear uno. En estos centros escolares, los padres se reúnen informalmente, piden prestados materiales sobre la educación y sobre la tarea de sus hijos y obtienen información sobre los servicios disponibles en la comunidad.

Si usted no puede ofrecerse como voluntario en la escuela, determine de qué manera puede ayudar en casa: Llame a otros padres para contarles de las actividades relacionadas con la escuela, edite el boletín de la escuela o elabore materiales educativos para los maestros. Si usted es bilingüe, ayude a traducir los materiales de la escuela o interprete para los padres no angloparlantes en su escuela.

martes, 27 de abril de 2010

¿CÓMO SE IMPLICAN ACTUALMENTE LOS PADRES EN EL ENTORNO EDUCATIVO?


Hoy en día la actual situación socio-económica obliga a ambos miembros de la unidad familiar a tener la necesidad de trabajar para poder satisfacer las necesidades económicas de su familia. Esto es diferente a hace unos años cuando siempre había un miembro (en la gran mayoría, las madres) que tenía más tiempo para dedicar a la educación de sus hijos.
Ese tiempo se ha invertido en situación laboral, por lo que se han creado unas carencias que es necesario cubrir, y las escuelas de padres ayudan a cubrir esta demanda que existe.

La implicación de las familias en el entorno educativo de sus hijos es diferente según la etapa educativa.

En la Educación Infantil y Primaria, suelen estar más implicadas a través de órganos como el Consejo escolar o la Asociación de Padres y Madres. Como norma general suelen tener reuniones más o menos periódicas con los tutores para informarse sobre la evolución de sus hijos.
Conforme estos hijos van creciendo es inversamente proporcional la implicación de las familias, ya que parece que delegan en sus hijos la responsabilidad de la educación que estos reciben en los Centros educativos, siendo cada vez menor el número de padres y madres que acuden a las reuniones tutoriales o que buscan información personalizada de los orientadores o tutores, información que complemente al boletín de calificaciones. Esto por desgracia es cada vez más frecuente en los centros de Educación Secundaria.

INTRODUCCIÓN

La educación no se genera a través de compartimentos estancos. Se necesitan canales de comunicación y una acción coordinada para que los niños se desarrollen intelectual, emocional y socialmente en las mejores condiciones. Por ello, la suma del esfuerzo de la familia y la escuela, es el camino a seguir.

La sintonía entre los dos ámbitos vitales del niño, además de generar confianza entre padres, madres y profesores, estimulará en el niño la idea de que se encuentra en dos espacios diferentes pero complementarios.

La escuela tendrá una mayor responsabilidad en la transmisión de conocimientos académicos, como las matemáticas, el lenguaje, las ciencias sociales y naturales, por el contrario, la educación en valores deberá ser función principal de la familia. Aunque la escuela puede y debe participar de forma complementaria en esa tarea, nunca podrá ejercerla por sí sola.

Para que la tarea de educar al hijo fructifique, la familia, en colaboración con la escuela, habrá de trabajar preferentemente en los siguientes ámbitos:

Enseñanza de valores, normas y costumbres

· Enseñar a rechazar las discriminaciones por razones de sexo, raza, estatus social o discapacidad.

· Enseñar a escuchar y a tener respeto a las otras personas.

· Trabajar actitudes de solidaridad y de comprensión con los más débiles.

· Estimular la honradez.

· Enseñar a aceptar las diferentes formas de pensar.

· Estimular la capacidad crítica, de poder pensar con una perspectiva propia.

Desarrollo de habilidades para la vida

· Inculcar el sentido del esfuerzo para conseguir metas.

· Enseñar a compartir las propias cosas.

· Educarles en la autocrítica y en la necesidad de aceptar críticas de otras personas.

· Aprender a saber comportarse con las otras personas, en general, sean mayores, iguales o menores.

Educación en destrezas básicas para el aprendizaje

· Facilitar espacios y tiempos para el estudio.

· Fomentar hábitos de lectura.

· Estimular el lenguaje escrito y oral, tanto comprensivo como expresivo.

· Enseñar a distribuir correctamente el tiempo.

Transmisión de normas y responsabilidades

· Respetar los turnos en la conversación.

· Enseñar a escuchar lo que la otra persona dice y lo que quiere decir.

· Educar en el cumplimiento de promesas y compromisos.

· Enseñar a respetar el medio ambiente.

· Trabajar los hábitos de higiene y limpieza.

· Estimular la puntualidad.

· Promover el trabajo en equipo y la colaboración con los demás