martes, 27 de abril de 2010

¿CÓMO SE IMPLICAN ACTUALMENTE LOS PADRES EN EL ENTORNO EDUCATIVO?


Hoy en día la actual situación socio-económica obliga a ambos miembros de la unidad familiar a tener la necesidad de trabajar para poder satisfacer las necesidades económicas de su familia. Esto es diferente a hace unos años cuando siempre había un miembro (en la gran mayoría, las madres) que tenía más tiempo para dedicar a la educación de sus hijos.
Ese tiempo se ha invertido en situación laboral, por lo que se han creado unas carencias que es necesario cubrir, y las escuelas de padres ayudan a cubrir esta demanda que existe.

La implicación de las familias en el entorno educativo de sus hijos es diferente según la etapa educativa.

En la Educación Infantil y Primaria, suelen estar más implicadas a través de órganos como el Consejo escolar o la Asociación de Padres y Madres. Como norma general suelen tener reuniones más o menos periódicas con los tutores para informarse sobre la evolución de sus hijos.
Conforme estos hijos van creciendo es inversamente proporcional la implicación de las familias, ya que parece que delegan en sus hijos la responsabilidad de la educación que estos reciben en los Centros educativos, siendo cada vez menor el número de padres y madres que acuden a las reuniones tutoriales o que buscan información personalizada de los orientadores o tutores, información que complemente al boletín de calificaciones. Esto por desgracia es cada vez más frecuente en los centros de Educación Secundaria.

INTRODUCCIÓN

La educación no se genera a través de compartimentos estancos. Se necesitan canales de comunicación y una acción coordinada para que los niños se desarrollen intelectual, emocional y socialmente en las mejores condiciones. Por ello, la suma del esfuerzo de la familia y la escuela, es el camino a seguir.

La sintonía entre los dos ámbitos vitales del niño, además de generar confianza entre padres, madres y profesores, estimulará en el niño la idea de que se encuentra en dos espacios diferentes pero complementarios.

La escuela tendrá una mayor responsabilidad en la transmisión de conocimientos académicos, como las matemáticas, el lenguaje, las ciencias sociales y naturales, por el contrario, la educación en valores deberá ser función principal de la familia. Aunque la escuela puede y debe participar de forma complementaria en esa tarea, nunca podrá ejercerla por sí sola.

Para que la tarea de educar al hijo fructifique, la familia, en colaboración con la escuela, habrá de trabajar preferentemente en los siguientes ámbitos:

Enseñanza de valores, normas y costumbres

· Enseñar a rechazar las discriminaciones por razones de sexo, raza, estatus social o discapacidad.

· Enseñar a escuchar y a tener respeto a las otras personas.

· Trabajar actitudes de solidaridad y de comprensión con los más débiles.

· Estimular la honradez.

· Enseñar a aceptar las diferentes formas de pensar.

· Estimular la capacidad crítica, de poder pensar con una perspectiva propia.

Desarrollo de habilidades para la vida

· Inculcar el sentido del esfuerzo para conseguir metas.

· Enseñar a compartir las propias cosas.

· Educarles en la autocrítica y en la necesidad de aceptar críticas de otras personas.

· Aprender a saber comportarse con las otras personas, en general, sean mayores, iguales o menores.

Educación en destrezas básicas para el aprendizaje

· Facilitar espacios y tiempos para el estudio.

· Fomentar hábitos de lectura.

· Estimular el lenguaje escrito y oral, tanto comprensivo como expresivo.

· Enseñar a distribuir correctamente el tiempo.

Transmisión de normas y responsabilidades

· Respetar los turnos en la conversación.

· Enseñar a escuchar lo que la otra persona dice y lo que quiere decir.

· Educar en el cumplimiento de promesas y compromisos.

· Enseñar a respetar el medio ambiente.

· Trabajar los hábitos de higiene y limpieza.

· Estimular la puntualidad.

· Promover el trabajo en equipo y la colaboración con los demás